GRUPO DE SICARIOS ASESINAN A CUATRO PERSONAS FRENTE AL BAR IGUANA DE MONTERREY
La tarde del domingo 22 de mayo, bajo el sol y sin importar las amenazas de muerte con las que se aterroriza a la población en el México de hoy, cientos de jóvenes se han reunido a las afueras del café Iguana, una de las salas históricas de la Ciudad de Monterrey ubicada en el Barrio Antiguo, para dar rienda suelta a su dolor e indignación ante la imparable ola de ejecuciones que está teniendo lugar en todo el país y que se ha centrado particularmente en jóvenes que ocupan el 65% del total de los 40 mil ejecutados reconocidos por la administración de Felipe Calderón como resultado de su guerra al narcotráfico. La reunión de emergencia se ha producido luego de que la noche anterior fueran asesinados cobarde e impunemente cuatro chicos que acudían a la presentación de Salón Victoria.
Con guitarras y canciones, esos cientos de chicos se muestran valientes y dignos ante la incapacidad del Estado para brindar seguridad a sus ciudadanos, que ni siquiera en la muerte encuentran su reposo, pues luego de que dicho comando armado irrumpiera violentamente en el lugar, todavía se dieron el lujo de robarse tres cuerpos que no han aparecido, todo, porque el lugar se negó a pagar la cuota mensual que todos los negocios deben de cubrir al crimen organizado por permitirles funcionar. Escarmientan con la muerte, como si se tratara de un macabro juego en el que el modo de asesinar representa mensajes. Así se dan las cosas y el rock no está exento de tragedias.
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Hasta donde se sabe, ocho policías han sido cesados y detenidos por no oponerse al robo de los cuerpos de las víctimas, el gobierno de Monterrey solo reconoce un muerto y en diversos círculos se ha dicho que las presentaciones de bandas de rock quedan suspendidas hasta nuevo aviso, como es el caso de los brasileños Sepultura, los argentinos Caligaris, un festival de metal lidereado por Mortuary, Maligno e Ira, entre otros. El rock, junto esos chicos ha dejado de existir en Monterrey. Que descansen en paz las víctimas, que esta estúpida e irracional guerra pare de una vez, que el presidente Felipe Calderón y Genaro García Luna sean consignados y sujetos a un juicio penal y que por una vez al menos, se haga justicia. No es mucho pedir.
Aquí un video extraído del Blog del Narco que muestra los cuatro cuerpos tendidos en el suelo momentos antes de que el comando regresara a robarlos, esto con el fin de mostrarle al secretario de seguridad pública de Monterrey que hubo cuatro muertos y no uno y que su policía, como siempre, no ha servido para nada.
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